sábado, 11 de febrero de 2012

Los amigos no existen y tampoco son los padres.



Durante todo el trayecto de nuestra vida conocemos a mucha gente, unos caen bien y otros mal. Con los que nos caen  bien podemos llegar a conectar tanto que  algunos pocos privilegiados ocupan un hueco muy especial en nuestro corazón. Pero por desgracia, todo aquello cuanto has dado por alguien y ese alguien ha dado por ti cuando más lo necesitabas, tarde o temprano forma parte de un pasado que nunca vuelve y sientes un pequeño gran vacío dentro de ti.


Dicen que un amigo es una persona, que sin ser de tu familia está contigo celebrando tus triunfos pero también esta cuando lloras tus fracasos, te hace saber lo que está bien y lo que esta mal, te aplaude tus gracias y te reprime las tonterías que hagas y puedan lastimarte. ¿Pero de verdad alguien se comporta así al 100%?

Muchas veces lo que mal llamamos "amigos" son personas que te muestran una cara pero antes o después, en cuanto tenga la oportunidad de sacar provecho de alguna situación, se mostrarán tal y como son y te traicionarán. Poca gente da consejos razonadamente y basándose en su experiencia, muchos dicen lo primero que se les ocurre y si les haces caso, estás perdido.

No digo todo esto por decir, lo digo porque me ha pasado tantas veces que he perdido la cuenta y por eso me cuesta tanto confiar en la gente de primeras aunque sea simpática con ellas pero no quiero volver a caer en los mismo errores una y otra vez. Quizás es que no he encontrado a la persona indica para poder llamarla AMIG@ en pleno significado...o puede que exija tanto que lo que trato de encontrar, no existe.

No hay comentarios: