domingo, 1 de julio de 2012

Buenos días.

Me he quedado con mi alma para pensar solo en ti.

Muchas veces todos necesitamos aislarnos del mundo para dedicarnos tiempo a nosotros mismos pero muchas veces no lo hago para que alguien pienso que le olvido, que paso, que me da igual y todo eso que pueda pensarse cuando un ser querido o un amigo desaparece de repente. 

Puede parecer una tontería para mí no lo es. Bastante tengo con lo tengo como para desprenderme de lo que más quiero. Es que aunque lo intento no puedo. Mi corazón me pide a gritos salir corriendo hacia sus brazos. A lo mejor si me esfuerzo más podría conseguirlo pero tampoco me interesa porque no quiero conseguir los resultados de siempre. No quiero dejar de sentir esto que siento. No me importa desgarrarme el alma por pensar en un nosotros que es lo que da la vida. 

Es por eso que muchas veces, por una situación que me moleste o algo, entre en un estado de "crisis" y de alteración de todo mi sistema. Pero tengo que saber que no siempre puedo tener lo que quiero cuando quiero. Porque además de no ser justo, no puedo controlar la vida de los demás ni los imprevistos. 

Todos los días me paro a pensar en lo cierto que es eso de que ambos mundos son diferentes, pero por otro lado siento que las diferencias están solamente a flor de piel y que no somos tan distintos. Aunque en el fondo, ¿los polos opuestos se atraen, no? Pues eso. 

Me he jurado a mi misma una cosa desde hace meses. Es algo muy duro y no solamente para mí si ocurriese. Pero me lo debo. Porque no quiero ni voy a permitirme que haya nadie después de él. 

Además, si a pesar de todo sigo en pie, con la cabeza bien alta y el corazón en carne viva, ahora ya no es gracias a mí...sino a todo ese apoyo de la persona que más me quiere en el mundo. Porque sé que me quiere más que a nada, eso no lo dudo jamás. Aunque a veces tenga arrebatos tontos de celos o me molesten cosas pero...¿qué sería de nosotros sin esas cosas? ¿significaría que no te importa lo suficiente como para poder perderle? Por eso mismo trato de controlarme y tengo fuertes discusiones conmigo misma, porque me importa tantísimo que soy capaz de pasar por encima de mí misma con tal de conseguir hacerle feliz. Y si encima le robo una sonrisa, ya muero de amor.

Y sí, soy feliz. Soy feliz porque amo lo que tengo y no quiero ni necesito nada más. Bueno, quizás, un poco más de ese amor propio que he perdido pero volverá. Sé que lo hará.

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